La senadora Cristina Fernández de Kirchner deberá enfrentar por primera vez un juicio oral y público por la percepción de coimas a pedido del fiscal de la causa Gerardo Pollicita. Según la Justicia, la ex presidente incrementó su patrimonio a través de la recepción de dádivas. Cristóbal López y Lázaro Báez fueron quienes le pagaron entre 2009 y 2015 más de 31 millones de pesos en concepto de “presuntos alquileres”. Para la Justicia se trata de asociación ilícita y lavado de activos. La Cámara Federal porteña confirmó el procesamiento contra la actual senadora de Unidad Ciudadana y concluyó que la inmobiliaria Los Sauces SA propiedad de la familia Kirchner, fue sólo una pantalla. La Justicia remarcó que se trató de “supuestos alquileres de inmuebles” para dar “apariencia “lícita”, a operaciones comerciales “para que Báez pudiera ingresar al patrimonio de la familia Kirchner parte del dinero ilícitamente obtenido” a través de la defraudación en la obra pública. Lo mismo ocurrió con Cristóbal López, con el 68% de la facturación de la empresa. Por lo tanto, la justicia resolvió un nuevo encuadre jurídico: la figura de dádivas, entregadas por Cristóbal López y De Sousa y recibidas por la ex presidente mediante los pagos efectuados a Los Sauces. En esta estructura comercial, Cristina Kirchner se encuentra procesada por asociación ilícita en calidad de jefe, en concurso real con lavado de dinero y admisión de dádivas. En base a esta última acusación, el fiscal Gerardo Pollicita pedirá en las próximas semanas que Cristina Kirchner y sus hijos Máximo y Florencia, al igual que los empresarios vinculados vayan a juicio oral. “La asociación ilícita es parte de la causa principal que es la defraudación al Estado cuando se direccionó la obra pública a favor de Lázaro Báez “. Antes del inicio del receso invernal, el representante del Ministerio Público Fiscal pedirá que afronten el juicio por el cobro, de coimas. Será la primera vez que la ex mandataria vaya a juicio oral por la percepción de dádivas.